Encerrada en una caja de cristal
mirando hacia afuera
sin poder conquistar
el aire de la tierra, el calor del lugar
es como Mary Poppins
cuando desciende y se va.
La confienza nunca más se apareció
la rutina y el dolor se la llevó
en las manos solo quedan cuerdas finas
de alguna que otra caja
de guitarra perdida.
Se siente un controversial
ruido blanco en la ciudad
contracción de hilos de coser
puntadas miniaturas que no se dejan ver
todo en hilo negro
sin máquinas de coser.
Comprimidos en un vuelo
deshojandose la libertad
no se si la cura está bien
o está mal
sólo busca ser escuchado
el grito sin tempestad.
Vientos solidos golpean
las caras y hacen llorar...
yo sólo siento un ruido
y enajenada no sentí más
que un pobre rasguño
en mi celda sin despertar.
Pero llega el minuto
ese que es escensial
donde mi alas se pueden desplegar
es un planeo sano
es un planeo fiel
pero corto como la vida
de la rosa al florecer...
Sobre la pista se desprende el corazón
dejo de lado lo que la vida me dio
para sacar lo que yo tengo
lo que siento y lo que no
mi voz es del viento
mi cuerpo su servidor.
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