4 de Septiembre de 1964, nuevos aires para Chile con Eduardo Frei Montalva a la a la cabeza de nuestro país y una nueva llama prendiéndose en Carmen 340.
Los Parra comenzaron su vuelta desde Europa a Chile los años previos a la campaña de 1964, instalándose en la que era la casa del pintor y cantor a lo pueta' Juan Capra, en el viejo sector del centro de Santiago. Éstos chicos llegan a transformar el lugar en un taller de artistas que luego toma sus propios colores y llega a ser una verdadera academia de la canción y la artesanía. Fue aquí por donde pasaron hombres como Sergio Castillo (escultor en metales) y Santos Chávez (escultor en madera), entre otros; los primeros en forjar la historia de la legendaria peña.
Se pintaron de blanco las paredes y poco a poco los visitantes tomarían la costumbre de escribir en ellas y dejar sus firmas, se colgaron redes de pescadores desde los techos, dispucieron mesas y sillas de totora, se derritieron velas sobre las botellas gorditas de vino Undurraga, ceniceros de conchas de locos y se carpintereó un pequeño escenario. La peña abrió en julio de 1965 y fue, poco a poco, convirtiéndose en uno de los polos culturales más importantes de toda América Latina. Allí cantaron Violeta Parra y sus hijos Ángel e Isabel, Victor Jara, Rolando Alarcón, Roberto Parra, Patricio Manns, Payo Grondona, Osvaldo Rodriguez, Los Curacas, Tito Fernandez, "Run Run" Gilbert Fabre, Homero Caro, Ernesto Cavour, Kiko Alvarez entre muchos otros grandes cultores y pilares de la Nueva Canción Chilena. Osvaldo Rodriguez escribe en "Cantores que Reflexionan" (1984) que "(...) Hubo siempre muchos invitados y cualquier noche uno podía toparse con la sorpresa de la presencia de Atahualpa Yupanqui o César Isella, Poni Micharvegas, Marta Contreras o Paco Ibáñez (...)". Los contemporáneos cuentan que se encontraban con Mercedes Sosa, Adamo y Juliette Grecó y que en 1971 debutaron en esta casona músicos como Silvio Rodriguez, Pablo Milanés y Noel Nicola.
La peña fue tan exitosa que en 1968 nace el sello "La Peña de los Parra" donde podían encontrarse álbumes de Tito Fernández, Los Blops, Los Curacas y Charo Cofré. Existían también registros en vivo grabados en la mismisima peña, pero claramente ya todo está descontinuado y/o escondido en algun rincón recondito de nuestro Chile. La peña, al igual que el sello, dejan de funcionar el año 1973.
Pasó el tiempo y llegó el minuto... Jaime Ravinet, el entonces alcalde de la comuna, propúso la casona como monumento nacional. Hubo fotos, firmas y abrazos, pero nunca se recibió el dinero de las autoridades. Por ésto mismo, la familia Parra decide vender la casona, sin poder costear su mantenimiento, el 2003 al Partido Comunista quien lo transforma en la "Fundación Gladys Marin". Aquí se seguió desarrollando un sin fin de actividades político-culturales de mucho valor.
Pero hace ya dos años que esta casa ha dejado de existir. El Plan Regulador y las constructoras, más el ampliamiento de la calle "Carmen" han terminado con la mítica "PEÑA DE LOS PARRA"
DATO CULTURAL
Cuando el LP "Canto por Travesura" estaba listo para ser distribuido en las tiendas (tenía que aparecer para el 18 de septiembre), los militares dieron el golpe de estado y los discos de Víctor Jara fueron quemados públicamente.
Si realmente existen las obras malditas: La beata es una de ellas.
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