Después de un rato
Que el sol alumbra mi tierra
No se puede estar
Ni en la sombrita de la higuera
Reciben brillos al corazón
Con brazos abiertos,
uvas y membrillos, melocotón
El agua clarita
baja de los cerros queriendo llegar
más lejos que el fuego
lástima que nunca pudo madurar
se quedó alimentando
frutas y verduras de sol a sol
no alcanzo a mirar
ni la esquinita o el ancho del mar
Flores medias moribundas
No aguanta la luz que el cielo les da
Bombos, charangos y una que otra quena
Son los que lloran de tanto sonar
El otoño llegando de a poco
Rojitas empieza a poner
Las hojas de los arbolitos y arbustos
Que el verano asumió a ceder
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